domingo, 3 de abril de 2011

Servet, egregio en diversos campos. VI


Miguel Serveto, egregio en diversos campos


Serveto en 1532, en París, estudió en el colegio de Calvi y enseñó matemáticas en el colegio de Lombardos. En 1534 falta a la cita con Calvino en París. En 1535 y 1536 edita el Tolomeo e In Leonardum Fuchsium ambos en Lyon. De nuevo en 1537 lo encontramos en la universidad de París. El 12 de Febrero de 1538 observó un eclipse de Marte en París. El 18 de Marzo de 1538 comparece ante el “parlamento” para tratar de la Astronomía Judiciaria (adivinatoria). El 24 de Marzo de 1538 se matricula en la universidad de París probablemente por consejo de Champier. Allí se vinculó a un círculo distinguido: Sus profesores fueron Dubois, Fernel y Guenther. He aquí como Guenther rinde homenaje a sus dos ayudantes de disección: “Mi primer ayudante fue Andrés Vesalio, un joven maravillosamente diligente en Anatomía, un devoto de la Medicina pura sin mistificaciones. Después de él, Miguel Villanovano estuvo estrechamente unido a mí en la disección, un joven tan versado en todas las ramas de la Literatura y segundo en el conocimiento de Galeno”.

La disección presentaba grandes dificultades en aquellos días para el estudiante de Medicina, sobre todo para obtener una adecuada provisión de cadáveres; no por prohibición alguna de la Iglesia, sino por que la ley sólo autorizaba para ese fin los cuerpos de los ajusticiados por algún crimen. Estos eran proporcionados tan sólo a los doctores de fama. Cuando las entregas oficiales no eran suficientes, los estudiantes, como Vesalio algunas veces, tenían el recurso de despojar furtivamente las horcas.

Mientras estudiaba Anatomía, se ganaba la vida en parte con sus publicaciones. Su tratado sobre los jarabes debió de producirle cuantiosos ingresos, pues alcanzó seis ediciones (doctor Barón). Se trataban de cocciones edulcoradas que servían de astringentes, laxantes, tónicos, etc.; en otras palabras, Serveto proseguía los estudios farmacológicos en los que le había iniciado Champier. No está claro, si el juicio que sufrió por parte del parlamento de París, cuyo presidente era el mismísimo Pierre Lizet, le impidió doctorarse. Años más tarde, en Ginebra, afirmó ser doctor en Medicina por la universidad de París, pero su nombre no consta entre los diplomès, lo cual no prueba necesariamente que mintiera, ya que quizá no se han conservado las listas completas. En su defensa hay que hacer constar que, como vimos, el contrato para editar la Biblia en Lyon se refiere a él como Docteur en Medecine, y ello por parte de quienes estaban familiarizados con sus andanzas en París (doctor Barón y Bainton).

En todo caso, si el mejor fruto de su estancia parisina no fue un título, si lo fue un descubrimiento que ha dado al nombre de Serveto un lugar imperecedero en los anales de la ciencia. Él descubrió antes que nadie en occidente la circulación pulmonar de la sangre, o con mayor precisión, el paso o circuito de la sangre por los pulmones, ya que no regresa al punto de partida. (George Sarton).

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